En este post junto las dos últimas etapas de la primera parte del viaje (la ida), puesto que el segundo día no tuvo más historia que rodar por autovía para llegar a la atestada capital francesa.
UN PASEO POR DOMME
Tras mi accidentada llegada la noche anterior, amanece un día radiante. Me ducho y salgo a inspeccionar el sitio con la luz del día, a ver si ahora por fin aparece algún responsable. Veo a los 2 ingleses desayunando, tímidamente me saludan…no están tan animados como esta madrugada. Hay una mujer de mediana edad que se encarga de todo: está pendiente de que no falte nada en el buffet y atiende las llamadas en recepción. Hablo con ella y se sorprende de que haya dormido en una habitación que estaba abierta…sin atisbo alguno de picardía me confirma que no estaba preparada para mí pero que bueno, ahora ya está.
Me apetece desayunar en el pueblo y recorrerlo, ya que anoche parecía muy animado y no pude parar nada. Arranco con la moto y en un periquete llego a la plaza situada en lo alto, en donde está la Iglesia de Notre-Dame-de-l´Assomption. Hay poca gente, lo que está genial para visitar sitios.
Es un pueblo muy pequeño pero con un encanto irresistible, acompañado por el excepcional entorno en el que se ubica, no en vano está en la lista de los pueblos más bellos de Francia: http://www.les-plus-beaux-villages-de-france.org/en
Situado en lo alto, con unas vistas magníficas del valle y río Dordoña, este pueblo amurallado y fortificado (bastide) fue creado por orden de Felipe III, El Atrevido, alrededor del 1281. Fruto de la disposición típica de aquella época, se observa un trazado rectilíneo y perpendicular entre calles y plazas. A diferencia de otras bastides, en Domme hay 2 plazas principales: la del Mercado (en donde se sitúa también la iglesia, un espectacular mirador (de la Barre) y donde por cierto probé los mejores croissants de todo el viaje, en una pequeña cafetería que hace esquina) y la de la Rueda (llamada así porque era donde atormentaban a los prisioneros con este «original» sistema). Hoy día esta última es centro de animación y terrazas.
Al poco de su creación, en 1307, ya utiliza la Puerta de las Torres como prisión de los Templarios (a quien por cierto se los cargaron Felipe IV -su propio monarca-, el papa Clemente V y los Dominicos -orden muy experta en estas lides-).
También fue escenario importante en la Guerra de los Cien Años entre franceses e ingleses: de esta forma, fue conquistada y reconquistada por unos y otros hasta que por fin en 1437 pasa definitivamente a manos francesas. Posteriormente en las guerras religiosas entre católicos y hugonotes también es escenario de batallas y conquistas.
Durante el siglo XVII conoce cierta prosperidad pero tras la Revolución Francesa comienza un periodo de decadencia caracterizado por el éxodo de habitantes a zonas urbanas. Hoy día me aventuraría a afirmar que en gran medida la población vive del turismo.
Tras un reconfortante paseo matutino, marcho de nuevo al hostal para cambiarme y preparar todo el equipaje; quiero visitar otro pueblo en la zona y luego seguir ruta hacia el norte. Me encuentro a la mujer que me atendió antes limpiando los cuartos, Jesús, qué polifacética es esta chica! Recojo bártulos y maldiciendo de nuevo la cuesta de acceso al hostal (esta vez cuesta abajo, toda de gravilla) marcho por otra idílica carretera comarcal en dirección a La Roque-Gageac.
DE DOMME A LA ROQUE-GAGEAC
En 15 minutos me planto en el pueblo, una de las joyas del Périgord Negro, con un frente espectacular, debajo de un acantilado, como protegido por una enorme roca y a pie del río Dordoña, que transcurre con sus plácidas aguas (recorridas por piraguas y embarcaciones de recreo, las gabarras) creando una postal de película. Eso sí, si vas en coche los precios también son de película…con toda mi jeta aparqué la moto en la esquina de uno de los parkings que hay a pie de pueblo.
Incluido también el la Lista de los pueblos más bonitos de Francia, la primera visión del mismo te impacta. De nuevo, todo está cuidado hasta el mínimo detalle y lo sorprendente es que una vez te adentras en el mismo, te das cuenta de que realmente son 3 calles, no más, si bien todo es tan florido y abundante en estímulos y detalles que no se te hará pequeño.
Abundante en restos prehistóricos (a unos 35 km. está la Cueva de Lascaux, joya del arte rupestre), también conserva restos de época romana y de los normandos. Tanta historia (también con una participación activa en la Guerra de los Cien Años) ha creado un sitio curioso por su mezcla de estilos, unos superpuestos a otros, que confluyen calle arriba calle abajo. Hoy día, es turístico a más no poder.
No puedes perderte los Châteaus de la Malartrie y de Marqueyssac, con sus fabulosos jardines.
Dentro del pueblo, por sus empedradas callejuelas verás estampas de foto en cada esquina, como si se hubiesen creado para eso mismo.
Me llamó la atención el espectacular jardín tropical, un exótico manto de plataneros, palmeras, higueras, bambú, las pequeñas fuentes…es un gran contraste con lo tradicional de sus edificaciones.
Como anécdota, destacar que en 1957 un enorme bloque de roca de 5000 m3 se desprendió (por la disolución de la calcita) y cayó directamente sobre el pueblo, destruyendo casas, matando a 3 personas y cortando la carretera durante varios años.
LIMOGES Y LLEGADA A ORADOUR-SUR-GLANE
Hace un calor de justicia y tras un refrigerio en una terraza, no queda más remedio que ponerse en marcha de nuevo. Voy justo de gasolina, así que lo primero será repostar. De nuevo me fío ciegamente del navegador y de nuevo me equivoco; al rato me encuentro con una gasolinera que no aparecía en ningún mapa…esta vez he tenido suerte porque no se si hubiera llegado a la que me indicaba.
Próximo destino: Oradour-Sur-Glane, atravesando previamente Limoges. Otro motero de pro y también apasionado de la Historia, Mauri, fue quien me recomendó que parase en este sitio. No es de los más (re)conocidos pero merece, y mucho, la pena visitarse, luego explicaré por qué.
Al poco rato me incorporo a la A20 para llegar a mi destino. Las autopistas en Francia son cómodas, de tan cómodas hay momentos en los que se te hacen un poco monótonas (todo tan verde, tanta agua, tanta abundancia…); me doy cuenta de que en nuestra España aún teniendo muchos tramos feos como ellos solos hay mucha más variedad, es como un pequeño continente en un pequeño país.
En todo caso unas y otras carreteras están muy bien y disponen de todos los servicios necesarios, si acaso las francesas disponen de más y mejores zonas verdes de descanso y recreo. Me fijo en que las áreas de servicio y descanso (todas ellas indicadas como Aire de…) se alternan cada 25 km. O sea que si tienes que repostar y te pasas la gasolinera, ten claro que hasta 50 km. más adelante no vas a tener otra (hasta que me di cuenta me llevé 2 buenos sustos durante el viaje creyendo que me quedaba tirado en medio de la autopista!).
Si vas con prisa por llegar a tu destino es la manera fácil, cómoda y rápida de llegar y los peajes no son disparatados. Si no, te recomiendo que te pierdas por ahí, es la forma de conocer los sitios aunque te advierto que en este país las distancias se te pueden hacer eternas.
Antes de atravesar Limoges paro a comer; en las áreas de servicio la comida es muy parecida a las de España, o sea, todo industrial. Sigue haciendo mucho calor, y mientras descanso observo que la moto va acribillada de mosquitos estampados…y yo creyendo que en Alicante éramos los campeones mundiales en chupópteros!
Llego a Limoges, ciudad famosa por su porcelana si bien en mi memoria siempre será identificada por aquel temible equipo de baloncesto que tan fantásticos partidos nos regalaba contra los equipos españoles, con los que a menudo se cruzaba en las ligas europeas.
Atravesarla es fácil y no se ve una urbe excesivamente grande, por lo que una vez pasada la confusión de rigor en alguna de las salidas, cojo la N141 y de allí a Oradour. Debo darme prisa porque luego tengo que retroceder para hacer camino hasta Orleans. Pero esto merece la pena.
ORADOUR-SUR-GLANE
Oradour-sur-Glane es el símbolo de las desgracias de la patria. Conviene preservar su recuerdo, pues hace falta que nunca más semejante desgracia se reproduzca. («Oradour-sur-Glane est le symbole des malheurs de la patrie. Il convient d’en conserver le souvenir, car il ne faut plus jamais qu’un pareil malheur ne se reproduise.»)
Discurso de Charles de Gaulle, Oradour-sur-Glane, marzo de 1945.
Llego a media tarde, con el tiempo bastante justo para poder visitar lo que un día fue un próspero pueblo y hoy sólo es un triste pero educativo recuerdo de lo hijos de puta que podemos llegar a ser los hombres, la humanidad.
Según me acerco con la moto ya diviso los restos de los edificios al otro lado del muro; es imposible entrar sin pagar religiosamente la entrada al Centro de la Memoria inaugurado por Jaques Chirac en 1999. Su tamaño, el silencio de los visitantes y lo extremadamente cuidado que está todo acaban por sobrecogerme.
Una vez dentro, para quien lo desee ya que se paga aparte, también hay una exposición permanente muy recomendable para situarte en el contexto.
Pienso en mi visita a Belchite la primera jornada y me invade un sentimiento agridulce; a pesar de la voluntariosa guía, que hizo todo lo posible por hacer la visita agradable y didáctica, es un mundo de diferencia entre unos restos y otros. Empiezo a entender mejor la merecida fama que tenemos fuera de nuestras fronteras de no ser capaces de ponernos de acuerdo en temas trascendentales. Un centro de Memoria Histórica no debe entender de bandos ni de ideologías salvo los más básicos valores universales, sirviendo como aprendizaje y comprensión de su propia historia a la gente más joven y de que al menos, sean un poco conscientes de que determinadas líneas rojas, que tan felizmente pensamos que siempre han estado ahí, a lo mejor resulta que no hace tanto tiempo sí se cruzaron.
Por si te dio pereza ver el vídeo, hago una transcripción prácticamente literal de la wikipedia, en la que se narra de forma detallada los hechos, sus antecedentes y las consecuencias del suceso:
La Matanza de Oradour-sur-Glane fue el resultado del ataque por efectivos de la 3.ª Compañía del 1er Batallón del Regimiento Der Führer, de la División SS Das Reich del Waffen-SS del III Reich en contra de los civiles indefensos presentes en el emplazamiento original de la comuna francesa de Oradour-sur-Glane, en el departamento de Alto Vienne de la región de Lemosín, el 10 de junio de 1944, mientras tenía lugar la Batalla de Normandía en la Segunda Guerra Mundial. Aquel día fueron asesinadas 642 personas, contabilizándose 190 hombres fusilados, 245 mujeres y 207 niños ametrallados y quemados en la iglesia, de ellos 24 españoles, casi todas las personas presentes en la población que además, vio destruida la mayor parte de sus edificios e infraestructuras tras su pillaje e incendio, quedando completamente en ruinas; hubo solamente 6 personas que lograron escaparse: 5 hombre y una sola mujer. Los 5 hombres lograron escaparse desde el mismo sitio (la granja Laudy). La mujer, la señora Rouffanche, de 47 años de edad estaba en el interior de la iglesia, vio una escalera utilizada para encender cirios y se escapó por un vitral. Una mujer y su bebé trataron de escaparse también pero el pequeño lloró y los 3 fueron ametrallados: la mujer y su niño asesinados y la señora Rouffanche, con 5 tiros en el cuerpo, fue dada por muerta. Se arrastró y se escondió en un jardín.
El testimonio de las escasas víctimas supervivientes permitió una reconstrucción de los hechos pero la muerte o desaparición en combates posteriores de la mayor parte de los soldados y oficiales que participaron en la matanza, han alimentado diferentes teorías sobre las razones del por qué fue elegida esta población o de las motivaciones de los atacantes, la más creíble es el homicidio de un Capitán SS, que fue asesinado en su vehículo por los Partisanos con una granada. En cualquier caso Oradour, irrelevante desde el punto de vista militar y sin relación directa con ninguna acción previa, fue escenario en el frente occidental de las particulares prácticas de terror y violencia aplicadas por los nazis en el marco de la política de Guerra Total, experimentadas ya en el frente del Este abierto desde 1941, con el fin de intimidar a la oposición de la población civil y la acción de los partisanos y guerrilleros, agrupados en Francia bajo la denominación de la llamada Resistencia.
Al final de la guerra, las ruinas de la población fueron mantenidas en su estado por orden del gobierno francés de Charles de Gaulle, como recuerdo de este crimen y símbolo de los sufrimientos causados por la ocupación nazi, deviniendo un símbolo al mismo título que otras villas europeas objeto de similares ataques como Lídice o Marzabotto, deseando igualmente crear un lugar de reconciliación y unidad nacional.
Sin embargo, el llamado Proceso de Oradour-sur-Glane, celebrado por el Tribunal Militar de Burdeos en enero de 1953, generó una profunda división en la sociedad francesa y su resolución devino un asunto de Estado. Instruido con ciertas deficiencias debido a su complejidad, el proceso fue desarrollado en medio de una gran controversia, al realizarse en ausencia de los oficiales principales responsables de la unidad, como Adolf Diekmann, oficial directo al mando del ataque que resultó muerto en Normandía pocas semanas después, y encontrarse entre los acusados varios soldados reclutas SS de origen alsaciano, pertenecientes al colectivo conocido como los Malgré-Nous5 lo que provocó las protestas de los representantes políticos y de la población alsaciana, enfrentada a las reclamaciones de una sentencia severa por parte de la opinión pública del Lemosín y de los comunistas, antiguos resistentes. La voluntad de unidad de sectores del gaullismo y del socialismo francés, decidió que finalmente se optara por una condena y la posterior declaración de amnistía de los Malgré-Nous, pero no se pudo evitar el rechazo de los representantes de las víctimas y las difíciles relaciones posteriores entre las regiones de Lemosín y Alsacia, hasta que la reconciliación entre ambas fue representada en 1994 durante la visita oficial del alcalde de Estrasburgo al sitio de Oradour.
Un nuevo proceso fue abierto en 1983 por la justicia de la República Democrática Alemana, en contra del Obersturmführer Heinz Barth, jefe de una de las secciones de la compañía y juzgado en rebeldía en Burdeos, resultando condenado a cadena perpetua pero posteriormente liberado por motivos de salud, sin que fueran aportados nuevos datos o se revisaran los ya conocidos. El General Heinz Lammerding, responsable de la División Das Reich y juzgado por el episodio de Tulle, cometido la víspera del de Oradour, murió en 1971 en Alemania tras haber llevado una exitosa carrera empresarial beneficiándose del marco jurídico que impidió su extradición solicitada infructuosamente por la justicia francesa. Otros responsables de la cadena de mando como Erich Kahn, comandante de una compañía, o Sylvester Stadler, jefe del regimiento, también evitaron su procesamiento.
Oradour: un pueblo corriente del Limousin
La comuna de Oradour-sur-Glane, situada en la ribera del río Glane, es frecuentemente descrita como una localidad corriente del medio rural del Lemosín. La comuna formaba parte del distrito de Rochechouart, de cuyo núcleo distaban unos 25 km al sudoeste a través de la carretera que enlazaba con la vecina Saint-Junien. Otra carretera local la conectaba con la nacional N141 que comunicaba con la capital Limoges, unos 25 km al sureste y de aquí, la N20 conectaba 100 km al Sur con Tulle. Al Oeste lindaba con la comuna de Neuil. Su topónimo «Oradour», que procede del latín oratorium, era compartido con la localidad de Oradour-sur-Vayres, situada al Sur de Rochechouart.
En vísperas de la destrucción, conservaba su carácter acogedor y apacible tradicional, disfrutando de un paisaje agradable que había sido incluso fuente de inspiración para diversos artistas desde el siglo XIX, como el pintor paisajista Camille Corot. En el núcleo urbano, que agrupaba edificaciones realizadas con cierto gusto y numerosos comercios, destacaba su iglesia, monumento catalogado por la entonces Administración de Bellas Artes del Lemosín y testigo del pasado religioso de la comuna, cuya nave y capillas laterales databan del siglo XV, y su torre-campanario fortificada del siglo XVI. El núcleo disponía de dos hoteles cuyos restaurantes eran muy frecuentados por los vecinos, y que solían albergar a los visitantes aficionados a la pesca en el río Glane.
Según el censo de 1936, contaba con 1.574 habitantes, de los cuales 330 vivían en el núcleo urbano. La Segunda Guerra Mundial y las operaciones de la Batalla de Francia en la primavera de 1940 aumentaron esta población al acoger a refugiados, al igual que el resto de la región de Lemosín, provenientes de las regiones del Norte y Este, próximas a los frentes de combate. Tras el armisticio de 1940, quedó adscrita a la zona bajo control del Gobierno de Vichy.
En 1944, Oradour cobijaba especialmente a un nutrido grupo de pensionistas y refugiados de las clases acomodadas, junto con niños de originarios del Mediodía-Pirineos y de la Provenza, así como varias familias de españoles refugiados del régimen de Franco, alsacianos, loreneses y varios judíos. A pesar del incremento demográfico, su economía, centrada en un sector excedentario agrícola, y especialmente en una ganadería fecunda, evitó a la población los problemas de abastecimiento, una de las principales preocupaciones de los civiles durante la guerra, sirviendo incluso de centro de aprovisionamiento para las comunas vecinas y de la capital Limoges, a unos 25 km al sur, que disponían del servicio de tranvía para sus desplazamientos. En líneas generales, los autores destacan que se había establecido entre los vecinos y refugiados una impresión de vida en seguridad y tranquilidad,9 reforzada por la ausencia de actividad guerrillera por parte del maquis.
En la mañana del sábado 10 de junio de 1944, había en Oradour-sur-Glane una particular afluencia de vecinos propios y refugiados, convocados por la celebración de una visita médica para los niños y por una distribución de tabaco, así como de forasteros en descanso de fin de semana. A la hora del almuerzo, los restaurantes de los hoteles estaban a rebosar, principalmente por los pensionistas, mientras que los profesores de los dos grupos escolares de Oradour, que contaban con 191 inscritos, se preparaban para la vuelta a las clases de la tarde.
El Waffen-SS y la división «Das Reich»
. El Waffen-SS, cuerpo de combate especialmente adoctrinado, era también el brazo ejecutor de las directivas represoras del III Reich, tanto en combate, con la violación de las convenciones de guerra, como en contra de la población civil, siendo ejecutores de la Solución Final o de actos de violencia sobre civiles indefensos, como en la tragedia de Oradour-sur-Glane. El Waffen-SS fue declarado organización criminal en 1946.
El Waffen-SS conformaba junto con la Allgemeine-SS, que incluía también la Gestapo, la organización del SS, organización paramilitar del partido nazi dirigida desde 1929 por Heinrich Himmler y uno de los pilares del Estado nacionalsocialista alemán. A partir de marzo de 1940, fueron integradas en las fuerzas armadas, operacionalmente encuadradas en la Wehrmacht o ejército regular. Provistas de los medios militares necesarios para su uso como cuerpo de élite, el Waffen-SS llegó a constituir 39 divisiones de combate, cuyos cuadros de mando y oficiales, a diferencia de los del ejército regular, eran miembros seleccionados del partido nazi específicamente adoctrinados en las teorías de superioridad racial y la obediencia al Führer en escuelas exclusivas. Aunque en gran parte las tropas del Waffen-SS estaban constituidas por voluntarios alemanes, el ataque a la Unión Soviética en 1941 y el posterior devenir de la guerra generalizaron la integración de voluntarios de nacionalidades extranjeras y finalmente, de conscriptos. El Waffen-SS participó en las principales batallas y acciones de guerra de todos los frentes, siendo también el brazo ejecutor de las políticas características de violencia y represión criminal establecidas por el III Reich y así, responsables de la custodia de los campos de concentración, de la aplicación de la llamada Solución Final, del asesinato masivo de oponentes políticos, partisanos, prisioneros de guerra y en general, de los actos de abusos en contra de la población civil de los territorios ocupados. En 1946, el Waffen-SS fue juzgado y declarado organización criminal durante los Juicios de Núremberg.
El origen de la 2.ª Waffen-SS Panzerdivision «Das Reich» remonta a las campañas de los Países Bajos y Francia en 1940, cuando fue constituida a partir de unidades originarias de las primeras secciones militarizadas del SS, llamadas SS-Standarten. Inicialmente acantonada en preparación de la invasión de Gran Bretaña, es enviada en primavera de 1941 a Rumanía, desde donde participó en la invasión de Yugoslavia y de Grecia, destacando en la toma de Belgrado, en abril de 1941. Poco después, fue trasladada a Polonia en vistas del inminente ataque a la Unión Soviética, quedando integrada en el Grupo de Ejército Centro que intervino en la batalla de Yalnya, cerca de Smolensko. En noviembre de 1941, la «Das Reich» se encuentra en las proximidades de Moscú, donde sufrirá numerosas bajas tanto en combate como por acción del riguroso invierno ruso, y será en gran parte retirada del frente y enviada nuevamente a Francia para su reorganización y rearmamento como SS Panzer-Grenadier Division. En noviembre de 1942, unidades de la «Das Reich» son enviadas en la zona libre de Francia e interviene en las fracasadas operaciones de para evitar el hundimiento de la flota francesa en Toulon. En 1943 regresa al frente oriental, interviniendo en la Batalla del saliente de Kursk tras la cual es nuevamente reconfigurada, esta vez como SS-Panzer-Division «Das Reich» y transferida al Oeste, a excepción de una parte que permanece en el frente con el nombre de Kampfgroup Lammerding. El Kampfgroup Lammerding pudo ser rescatado tras haber sido rodeado por fuerzas soviéticas en el invierno de 1943-44 y enviado a unirse con el resto de la «Das Reich», si bien, quedaría en el Este una nueva porción que con el nombre de Kampfgroup Weidinger, participaría en las maniobras de retirada entre Proskurow y Tarnopol.
El símbolo empleado es el Wolfsangel, una especie de arpón o gancho marino, usado tradicionalmente en la heráldica germánica pero que posteriormente, ha devenido un símbolo usado también por los grupos neonazis en Europa.
Durante el periodo de reorganización en el suroeste de Francia, en 1944 la «Das Reich», encuadrada en el Grupo de Ejército G al mando, desde mayo de 1944, del general Johannes Blaskowitz, fue acumulando retrasos en el calendario establecido debido, entre otros factores, a su implicación en otras tareas que las propiamente de reestructuración como eran las de represión de la Resistencia, actitud defendida por Lammerding, y por la que ya era conocido y criticado entre la jerarquía militar. Así, el 11 de mayo de 1944, efectivos de la «Das Reich» participaron simultáneamente en acciones de represalia en las ciudades de Montperzat-de-Quercy, Saint-Cère, Bagnac, Cardaillac, Lauze, Caylus, Cadrieu, Frontenac, Figeac y Terrou, donde se cometieron abusos y actos de violencia contra la población civil.
Francia dividida: Vichy y la Resistencia
En las semanas precedentes al desembarco en Normandía de las fuerzas aliadas el 6 de junio de 1944, el esfuerzo de la Resistencia tuvo por objetivo incrementar la actividad de sabotaje y el hostigamiento de las fuerzas que el ejército alemán mantenía en reserva en las zonas interiores de Francia. La región del Macizo Central se convirtió así en uno de los problemas principales para las tropas de ocupación y del régimen colaborador de la Francia de Vichy.
La Masacre
El trayecto de la división Das Reich en el Limousin: represión en Tulle
El 5 de junio de 1944, Lammerding remitió un informe al Alto Mando del 58º Cuerpo sobre el tema de la resistencia, calificada por los alemanes como «grupo terrorista».13 En aquel memorándum, Lammerding formalmente proponía una serie de medidas represivas e insistía en la necesidad propagandística de «criminalizar» a la Resistencia, aislándola de la «comunidad nacional» y responsabilizándola de la represión.
El día 7 de junio, las fuerzas del FTP atacan la guarnición alemana de Tulle compuesta por soldados del 95º Regimiento de Seguridad y toman el control de la ciudad. El 8 de junio, recibidas las noticias del ataque en Tulle y con el frente abierto de la batalla de Normandía, el alto mando decide la movilización de la división Das Reich desde Montauban, junto con la 189.ª División de Infantería, para tomar el control del 66º Grupo de Reserva, en el sector de Tulle y Limoges, con el objetivo de realizar un golpe inmediato por medio de fuerzas poderosas. Esa misma tarde, el grupo de combate formado por 8.700 efectivos alcanza el sector de la ciudad de Tulle, hacia donde se dirige un batallón de reconocimiento del regimiento Der Fuhrer bajo el mando del mayor Heinrich Wulff. Tras recuperar el control de la ciudad, son descubiertos los cuerpos de 39 alemanes muertos, y se toma la decisión de actuar en represalia.
Al día siguiente, 9 de junio, bajo la supervisión del mayor Kowatsch, civiles varones franceses retenidos son seleccionados al azar y ejecutados por ahorcamiento en balcones, árboles y farolas, en múltiples lugares en la ciudad para la exhibición pública de sus cuerpos, otros 20 hombres del servicio de guardaraíles son fusilados16 y varios cientos arrestados para su deportación en Alemania17 Lammerding declaró que cuando se presentó en Tulle, la acción ya se había ejecutado, apuntando a que la decisión de la represalia en aquellos términos habría sido tomada por el mayor Wulff o por el oficial Albert Stuckler.13 Durante la jornada, los encuentros entre resistentes y las unidades de la Das Reich se multiplicaban por el sector de Tulle.
Ese mismo día, la concreción de las propuestas de Lammerding del día 5 llegaría al publicarse el comando de la Das Reich la Orden del Día denominada «Actitud con respecto a las bandas guerrilleras y tácticas para su combate», donde se especificaban el alcance y grado de la respuesta mínima exigible ante las acciones de la resistencia. Para el investigador Keith Comess, esta y otras acciones simultáneas emprendidas por el alto mando alemán, el OK-West, sentaron las bases que desencadenaron la implantación en el frente occidental de las tácticas de represión ya aplicadas en los años anteriores por el Waffen-SS en el frente oriental y en particular por la Das Reich.
Algo más al norte, en el área de Limoges, el mismo día 9 de junio diferentes unidades tomaron posiciones en diversos lugares del Distrito de Rochechouart, instalándose en la propia Rochechouart, en la comuna de Oradour y en la de Saint-Junien. En Rochechouart, el mismo día 9 tienen lugar diversos incidentes provocados por los Waffen-SS, sin que hubiera habido previamente acciones de oposición de los resistentes, que prevenidos de la llegada, tuvieron tiempo de abandonar el pueblo. El alcalde es retenido e interrogado, son requisados los vehículos privados y se responde con culatazos de fusil a los vecinos que se atreven a protestar. En la mañana del día siguiente, desde un nido de ametralladora instalado en una torre del pueblo, son tiroteados varios transeúntes y campesinos, causando la muerte a una anciana, mientras que un destacamento salido de Rochechouart, asesina a un obrero al que acusan de ser de Lorena, en la vecina pequeña villa industrial de Saillat.
Simultáneamente a estos hechos del día 9 y de la mañana del 10 de junio, tienen lugar reuniones entre los oficiales principales del Waffen-SS y con la milicia francesa de Limoges, que deciden organizar la acción sobre Oradour, aprovechando el desplazamiento de la división desde Saint-Junien a Nieul, donde se la espera para el día 10 por la noche.
La respuesta del ejército alemán al Desembarco de Normandía del 6 de junio de 1944 y la consecuente batalla, exigió la movilización de las unidades de reserva, acantonadas en diferentes lugares del interior de Francia, exponiéndose durante este trayecto hacia el frente de Normandía, al hostigamiento por parte de las fuerzas de la Resistencia en su labor de sabotaje y apoyo a las fuerzas aliadas. La División SS Das Reich, comandada por el general Lemmering y veterana del Frente Oriental, inició su desplazamiento desde la región de Toulouse, pero una vez alcanzada la zona del Lemosín, donde la actividad de maquis es particularmente intensa, varias de sus unidades son requeridas para realizar una operación de «limpieza», de acuerdo a las técnicas de represión y terror sobre la población civil aplicadas por las SS en las regiones de Europa oriental.
Oradour: 10 de junio de 1944
El relato de los detalles de la matanza ha podido reconstruirse en base al testimonio de los escasos civiles supervivientes, testigos directos de los hechos en diferentes puntos de la villa, difundido desde entonces por numerosos medios de comunicación internacionales. Hacia las 14:15 h, coincidiendo con el final del almuerzo, una columna compuesta de una decena de vehículos, 3 camiones y 2 blindados semioruga remontó la vía de entrada a Oradour desde la carretera de Limoges y parte de los 150 soldados comandados por Dickmann, vestidos con ropas de camuflaje, inició su despliegue por el núcleo urbano mientras los dos blindados tomaban posición enfrente de la iglesia. Los militares buscaron al «tambour de ville», Jean Depierrefiche, que también era el herrero, para que recorriese las calles convocando a todas las personas a presentarse en la plaza del mercado para inspección de sus documentos de identificación. Mientras tanto, otros soldados fueron en busca de los vecinos que se encontraban en sus viviendas o puestos de trabajo, forzando a algunos con brutalidad y brusquedad22 a dirigirse al punto de agrupamiento sin más miramientos. Así pudo verse a personas enfermas sacadas de sus camas en pijama, o al panadero, Marcelin Thomas, llevado todavía cubierto de harina y en cuya casa fue instalado un puesto de mando desde donde se dirigió la maniobra de reagrupamiento ejecutada con disciplina y método.
Al cabo de unos 20 minutos y con la plaza llena de gente, de la cual, un tercio eran niños, el comandante se dirigió mediante el intérprete al alcalde de Oradour. Acusando al pueblo de servir de depósito de armas para la guerrilla, Otto Dickmann le ordenó seleccionar a 30 rehenes. El alcalde respondió rechazando la acusación pues la realidad era que no existían esas armas, pero se puso él mismo a disposición del oficial. Los Waffen-SS procedieron entonces a separar a los hombres de las mujeres y niños, para llevarlos en grupo hacia las afueras del pueblo, mientras que estos últimos eran retenidos y conducidos hacia el interior de la iglesia. La maniobra no había terminado cuando una granada de humo explotó en la iglesia, desencadenando la reacción de pánico en las mujeres y niños a la que sin embargo, los Waffen-SS respondieron acribillándolos con los fusiles automáticos, pereciendo todos menos madame Rouffanche que pudo escapar por una ventana. La explosión sirvió también como señal acordada para que los soldados apostados con ametralladoras pesadas en las afueras iniciaran el fusilamiento de los varones agrupados, a término del cual, los soldados caminaron entre los cuerpos tendidos para, inspeccionádolos pistola en mano, disparar sobre los que todavía agonizaban. Después, durante varios días se fueron agrupando los cadáveres y tras cubrirlos con cal viva, se les prendió fuego mientras que de manera sistemática, se procedió al incendio de cada uno de los edificios del pueblo, hasta la partida definitiva de la unidad hacia el frente de Normandía el 13 de junio.
Entre las víctimas se encontraban dieciocho exiliados republicanos españoles de tres familias con niños de corta edad.
Apenas una semana después, la edición de la revista Time se hizo eco de la matanza y publicó un relato de la misma, identificando al regimiento responsable y formulando la hipótesis de la posible confusión de Oradour-sur-Glane con Oradour-sur-Vayres, a unos 30 km al sudeste, donde sí se apuntaba a la existencia de un depósito de armas maquis.
Procesos judiciales
Desde enero de 1953, en una vista que duró cerca de un mes, fueron juzgados 65 militares supervivientes de la unidad Waffen-SS y acusados por su intervención en la matanza, de los cuales solo 21 pudieron ser presentados ante el tribunal, 14 alsacianos y 7 alemanes, mientras que el resto fueron juzgados en rebeldía.
Por el asesinato de los 642 habitantes de Oradour, únicamente dos de los acusados fueron condenados a muerte, además de todos los juzgados en rebeldía, entre quienes se encontraba el del Obersturmführer Heinz Barth. El resto, salvo un caso de absolución, fue condenado a penas de prisión o de trabajos forzados.
En torno al proceso se desarrolló un ambiente de profunda división en Francia. Los veredictos provocaron un intenso movimiento de protesta en Alsacia, mientras que en la región del Lemosín se exigía un castigo severo. Las protestas en Alsacia propiciaron que la Asamblea Nacional aprobase, el 19 de febrero de 1953 la amnistía para los Malgré-Nous del proceso, que quedaron inmediatamente libres, salvo el condenado a muerte. A los cinco alemanes se les redujeron las penas y quedaron libres unos meses después. Las dos penas capitales fueron conmutadas por cadena perpetua en septiembre de 1954 y ambos hombres estaban libres en 1959. Los juzgados en rebeldía (con excepción de Barth) no tuvieron problema alguno en lo sucesivo.
El General Heinz Lammerding, responsable de la División Das Reich murió en 1971 en Alemania tras haber llevado una exitosa carrera empresarial.
Heinz Barth (1920-2007), que vivía en la RDA y que había ocultado su verdadera identidad, fue procesado en 1983 por sus crímenes en Oradour, como uno de los oficiales de mayor rango entre quienes participaron en la masacre, siendo condenado a cadena perpetua. Debido a su estado de salud quedó en libertad en 1997. Barth había participado también en la matanza de Lídice (Bohemia y Moravia), en 1942.
Salgo del pueblo con mal cuerpo, es imposible no empatizar en un sitio así. Acabo llorando solo en el aparcamiento; ser padre de 2 niños, uno de ellos de apenas un año y ponerte en la piel de fallecidos aquel día, familias enteras desde abuelos a bebés es demasiado. Llamar a mi mujer y oír su voz en ese momento me reconforta como hace tiempo que no lo hacía.
A ORLEANS
Doy vuelta de nuevo hacia Limoges, retomando la autopista hasta Orleans. Es un tramo aburrido pero necesario si quiero adelantar kilómetros y llegar al último día haciendo el paseo triunfal hasta París. De nuevo se me va a hacer muy tarde y me voy a quedar con las ganas de ver algo la ciudad.
Amenaza lluvia, por lo que apuro todo lo que puedo (al menos en Francia puedes ir a 130 por autopistas), parando únicamente a repostar en otra impersonal área de servicio.
Cuando llego a Orleans, tras un nuevo percance en el peaje (qué vergüenza que no me cogiera la tarjeta la máquina, lo que ha provocado una cola considerable con los franceses jurando en arameo detrás de mi; la conversación con la mujer del interfono -apenas audible- también ha sido de traca), no hay nadie por las calles, la ciudad descansa plácidamente. Encuentro fácilmente mi alojamiento para esta noche, el Auberge de Jeunesse, situado en las tripas de un estadio y gestionado por lo que parece algún tipo de asociación juvenil. Está pegado a la universidad. Tan pronto aparco la moto, se pone a llegar, esto sí es precisión suiza…
Ya dentro introduzco la clave que me han remitido previamente por correo electrónico y que me permite abrir el cajetín metálico en donde está depositada la llave del cuarto. Entro y sin ningún tipo de lujo superfluo pero con mucho espacio, me dispongo a cenar de nuevo fiambre y queso sobre la cama, luego toca descansar.
SALIDA HACIA PARÍS
Amanece el día gris pero no hace frío. Preparo el petate, desayuno rápidamente en el comedor y me dispongo a arrancar, he quedado con toda la familia en el hotel cerca del mediodía.
Para restablecer la suerte de ayer, justo en el momento de colocar las cinchas en la moto comienza a llover. Me quedaré con las ganas de visitar esta ciudad…una más. Mirándolo de forma positiva, es bueno que uno siempre tenga excusas y debes para visitar sitios, como dice el refrán quien quiere algo siempre encuentra los medios y quien no, siempre tiene excusas. En este caso la excusa es al revés, para obligarme a encontrar el medio de volver.
A pesar de la lluvia y del atasco se sale fácil de la ciudad; ahora sólo queda ir todo el rato por la A10 y luego desviarse por la nacional hasta Eurodisney. Una vez más compruebo que el agarre de los neumáticos Metzeler es excelente, ni un solo gesto raro en mojado y con mucha sensación de agarre. Según me voy alejando de Orleans cesa la lluvia pero hace un fresco considerable, con el paso de los días el sol y el calor van dando paso a más nubes y fresco. Kilómetros y kilómetros, nada nuevo bajo el sol. Cuando entro en el valle del Marne pienso en el curioso destino que ha tenido este sitio, en donde hace apenas 100 años morían a miles (1ª y 2ª batallas del Marne, 1ª Guerra Mundial) entre alemanes, franceses e ingleses, y ahora sobre sus huesos hay un enorme parque de atracciones…c´est la vie, mon amie!
Todo resulta muy plácido y un tanto aburrido hasta entrar en la zona próxima a París. Menudo tráfico! Si eres de Madrid o Barcelona no te espantará esto, pero para los que somos de provincias es un coñazo, me pone en tensión semejante marabunta de vehículos. Aún así, no llego a tener que pararme en ningún tramo por lo que poco a poco sigo avanzando.
Finalmente recorro los últimos kilómetros con poco tráfico -comparado con la entrada de París, claro- y acabo llegando hasta el hotel New Port…caray con el suegro que se ha portado! Me esperan días de niños, atracciones y comida basura; sí haremos alguna escapada a la capital pero eso lo dejo para el siguiente post, en donde te contaré lo que me parecieron la Torre Eiffel y Notre Dame.
Fuentes: Wikipedia, platea.pnc.mec.es, youtube, pinterest, executedtoday.com
2 comentarios
Menudo viaje os habéis montado… es increíble.. Desafortunadamente ahora con hijos no puedo pegarme estas rutas. Os felicito por la aventura; quizá en el futuro me atreva a seguiros!.
Querer es poder…Si estás convencido antes o después lo haces seguro. Nos vemos en la carretera!Vsss