A París en moto (IV): de Huesca a Domme

0

http://motostrailandscrambler.com/a-paris-en-motoiii-de-alicante-a-huesca/

http://motostrailandscrambler.com/a-paris-en-moto-planificando-la-ruta/

http://motostrailandscrambler.com/a-paris-en-moto/

Despierto después de un reconfortante descanso en el hostal. A pesar del cansancio, sólo de pensar en lo que me espera hoy, en la ruta y paradas previstas, me despierto temprano; a estas alturas la pila tiene mucha energía, ya veremos al cabo de unos días si sigo tan pletórico!

Después de asearme bajo a desayunar y conocer un poco la ciudad. Como esperaba y ya intuí ayer en el paseo nocturno, es realmente preciosa: todo se ve muy cuidado y limpio. Las calles del centro histórico son recorridas por grandes avenidas -algunas peatonales- a modo de arterias, que dan paso a diferentes plazas con mucho encanto y pequeñas callejuelas que suben y bajan. Aquí hay muchas Historia, ya que desde siempre fue enclave estratégico de íberos, romanos, musulmanes y cristianos…Subo hasta la parte alta del casco antiguo, para encontrar en una empedrada y bucólica plaza la Catedral y el Ayuntamiento. Santa María de Huesca, por nombrarla de forma correcta, da buena fe de esta Historia, ya que parece que fue construida sobre lo que fue un templo romano y posteriormente la antigua mezquita mayor. Esta construcción gótica comenzó a construirse en 1273 -bajo el reinado de Jaume I, quien consideraba indigno la celebración del culto en un recinto árabe- y se terminó en 1515.

Para el que le interese: https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Santa_Mar%C3%ADa_de_Huesca

img_20160902_085608 img_20160902_085827 img_20160902_085728Me da tiempo a ver el Círculo Oscense -el Casino-, situado en la Plaza de Navarra, y perderme por sus calles: la plaza de D. Luis López Allué, el monasterio de San Pedro el Viejo (que da a una pequeña plaza con mucho encanto), la calle Cosso Bajo y Bajo, la Iglesia de San Lorenzo…esta ciudad necesita más tiempo para visitarla, ni quedándome un día entero veré una mínima parte y si hay algo que hoy no tengo es mucho tiempo. Una lástima, pero me la apunto para próximas visitas.

img_20160902_083218 img_20160902_084834 img_20160902_085159

Regreso al hostal para cambiarme y seguir ruta, pero me encuentro con una desagradable sorpresa: los operarios han comenzado su labor y no se con qué motivo han inundado la calle, que ahora mismo es un lodazal lleno de zanjas pendiente abajo; yo creo que se ha roto alguna tubería, una cosa es remojar para ablandar la tierra y otra esto. Me cago en la leche. Instantes después, con el traje puesto y todo el equipaje preparado ya en la moto, ABS desconectado, me doy cuenta de  que han parado y están todos mirando, el más cercano me recomienda que lleve cuidado con cierta cara de  pena. Pues nada, a hacer un poco de enduro matutino. Recorro calle abajo utilizando a ratos sólo con el freno trasero; la rueda patina que da gusto. Alcanzo el final de la calle, resoplo…estoy sudando. Si me llego a caer nada más salir, menuda vergüenza, por no hablar de cómo nos hubiéramos puesto (piloto y moto) de  fango, y luego levantarla ahí en medio…en fin, a seguir.

Ayyy...si llego a saber en que se convertiría la calle al día siguiente!

Ayyy…si llego a saber en que se convertiría la calle al día siguiente!

Dejo rápidamente la ciudad atrás y me dirijo a los Pirineos por la N -330. El paisaje es bonito y la carretera es cómoda. Cada vez hay menos rectas y más curvas, pero con el excelente estado del asfalto es una delicia, además del soleado día que me acompaña. Cerca del mediodía paro en Canfranc, que esperaba que fuera más grande. La verdad es que es todo lo contrario, realmente minúscula, cercada ya por la montañas y por el río Aragón. En un cartel informativo observo que históricamente las condiciones de vida aquí han sido muy duras, por lo que con diferentes exenciones para el comercio se intentaba que los habitantes aligeraran este malvivir, eso sí, a cambio de defender la frontera, claro. Diferentes incendios, el último en los años 40, tampoco ayudaron al crecimiento de la población, desde luego.

nms_2194 nms_2196 nms_2197Parece un pueblo fantasma, con todo cerrado, y sólo me detengo a tomar un café en un chiringuito playero en medio de lo que parece la plaza principal. Lo realmente interesante es la estación de tren, con una historia curiosa y hasta mítica, pero hoy tampoco será el día. Quiero cruzar ya a Francia, y el túnel de Somport es la vía más rápida. Cuando entras en él estás en territorio español, al salir del mismo, bienvenue en France!

FRANCIA

Siempre he pensado que los franceses son muy chovinistas, algo que me repatea. Pero si para algo ha valido este viaje es para callarme la boca y confirmarme que muchas veces lo son porque pueden serlo y que más nos valdría a los españolitos aprender un poco de ellos en algunas cosas. Aunque continúas en los Pirineos, entras en otro país, en todos los aspectos. La primera sensación es que todo parece mucho más cuidado (sensación que, por cierto, me va a acompañar el resto del viaje) y hasta casi diría idílico. Todo, las casas, la campiña, el ganado pastando, la geometría casi milimétrica entre vallas y fincas…parece que lo hicieran todo con escuadra, cartabón y un pincelito para no ensuciar. De veras. La carretera (N134) es una maravilla, serpenteando tranquilamente entre las enormes cumbres, a cuyos pies reposan pegadas al camino pequeñas poblaciones. Conforme este avanza, las montañas van desapareciendo para dar paso a valles y colinas, también en perfecta armonía. Conozco lo suficiente de la geografía española como para afirmar que el sector primario, rural -ganadería, agricultura, sector maderero, pesca…- sufre un abandono institucional galopante. Esta falta de ayudas y dinamización, así como el abandono y despoblación de zonas no urbanas, contrastan con lo que veo, un continuo de pueblos, casas y granjas llenas de vida. El paisaje me recuerda vagamente a mi Galicia natal, aunque veo este más cuidado. En cuanto al verde, no le tiene nada que envidiar.

Por temas de ahorro económico en Francia han recompuesto el mapa de regiones (allí funcionan por Regiones y Departamentos), por lo que ahora queda así:

mapa-regiones-francia

Mapa extraído de venderafrancia.es

Aquí los Departamentos incluidos dentro de las diferentes Regiones. En este mapa aún estaban las vigentes hasta diciembre 2015

Aquí los Departamentos incluidos dentro de las diferentes Regiones. En este mapa aún estaban las vigentes hasta diciembre 2015

Paso por pueblos que merecerían una parada con tiempo; comienzo a darme cuenta que con el tamaño de este país necesitaría al menos 1 mes entero para ver los sitios con calma y llegar a París. Elegí en la medida de lo posible ir por carretera nacional y no por autovía precisamente por esto, pero el ritmo es mucho menor y al final si tienes un destino programado, acabas por no ver nada tampoco. Eso sí, divertido es un rato largo.

Paro en Oloron Sainte- Marie y compro en una boucherie embutido y queso, de fabricación propia. Cómo saben vender estos condenados franceses, todo parece denominación de origen. La chica se parte de risa con  mi nulo francés, y acaba hablando más en español que yo en francés.

Sigo la ruta con un tiempo caluroso y unas carreteras que invitan a perderse. La moto se mueve por este tipo de firme como pez en el agua. Todos los pueblos que veo de los departamentos de Midi – Pyrénées y Aquitaine – Limousin son preciosos. De nuevo, merecerían una visita específica sólo por perderse entre campiñas y pequeñas villas, siempre acompañadas de su correspondiente río. Y de nuevo, reconozco que los franceses son maestros en sacar partido a su abundante cuenca fluvial orientando las construcciones y vías de comunicación hacia este, de forma que siempre  te ves obligado (es un decir) a pasar por sitios que parecen de postal. Al atravesar Aire – Sur – L´Adour tengo la tentación de parar, pero finalmente la atravieso y como en un área de descanso, al igual que muchas autocaravanas y furgonetas adaptadas que hacen aquí un alto en el camino; en este país es legión la gente que viaja de esta forma.

Atravieso los departamentos de Gers y Lot et Garonne para entrar en la Dordogne (Dordoña).

LA DORDOGNE (DORDOÑA)

Tierra de los Châteaux (castillos) más conocidos del país, así como de las bastidas, fortificaciones defensivas de época medieval. Tanto unos como otros, en la mayoría de los casos en perfecto estado de conservación (destacar el de Bridoire en Ribagnac y el de Sauveboeuf en Aubas), abarcan desde el medievo hasta el Renacimiento. Pero es que además en el Valle de Vézère puedes encontrar restos arqueológicos en las cuevas pintadas del Paleolítico, destacando especialmente la de Lascaux. Por añadidura, la gastronomía es, desde mi prisma, de lo más destacado de Francia: sus vinos por supuesto, pero también el foie gras y productos similares derivados de patos y ocas, así como productos de bosque: nueces, trufas, setas…En definitiva, estos fueron los motivos que me llevaron a hacer noche en esta región que bien merecería, de nuevo, que se le dedicara un viaje temático.

Tomo la A64 y luego la A65 con el sopor de no poder tomarme un café cargado tras atracarme de embutido y queso. Comienzo a darme cuenta de que o espabilo o voy a llegar realmente tarde a Domme, el sitio en el que he reservado habitación. La moto sufre un poco más en autovía: de motor va sobrada -al fin y al cabo voy solo y con el top case y macuto-, pero este monocilíndrico empieza a vibrar mucho cuando la pongo a 120-130 (en Francia es legal ir en autopistas y autovías a 130 km/h), y mis posaderas lo acaban sufriendo; suerte del cojín de aire (ya te he dicho que es el mejor invento de la historia de la humanidad?). También los retrovisores vibran en exceso, llegando a ser imposible salvo formas difuminadas, distinguir algo con claridad. Por contra, esta moto es noble a más no poder, y te sigue en el movimiento con sólo pensarlo.

Gracias a la música que machaconamente me acompaña, aunque con el ruido del viento no es que se escuche precisamente bien, los kilómetros se hacen llevaderos: las autopistas son muy cómodas para conducir, pero más monótonas. Al menos esta no va excesivamente saturada…..

EL TORMENTO

A la altura de Captieux el GPS me hace una mala jugada y me desvía hacia una carretera secundaria, la D10, la D12…En un principio por no dar vuelta y en vista de lo fabuloso del recorrido, con una naturaleza asombrosa, prosigo la marcha, mirando cada vez más de reojo el reloj y la luz solar. Mi inicial torrija da cada vez más paso a una mezcla de cabreo y preocupación: tengo la sensación de dar bucles continuamente, con carreteras y direcciones que no se corresponden con el mapa. Está claro que este se ha puesto en huelga, y cuando no pierde la señal se recalienta y tengo que apagarlo. Llega un momento que es tan inútil que prefiero prescindir de él y fiarme del mapa en papel que llevo en la funda plástica encima del falso depósito. El problema es que son carreteras comarcales, y el mapa no llega a tanto grado de detalle.

La estampa es surrealista, paso al lado de animales de circo enjaulados a pie de carretera en un pueblo de no más de 10 casas; se me hace raro ver dormitar a 3 tigres en esta zona de granjas, cultivos y ganado. Luego paso por otro pueblo en fiesta, muy animado la verdad, y pienso que esto no es muy diferente a las de cualquier otra localidad de nuestro país.

Llega un momento en que me voy quedando sin luz y tengo que parar en los cruces y mirar el mapa con una linterna. Es cómico. Racionalizándolo piensas que estás en Francia, aquí al lado y con todo tipo de servicios y comodidades, pero reconozco que en el momento en que a uno le sacan de su zona de confort y le obligan a adaptarse a las circunstancias que surgen la percepción de autosuficiencia baja varios puntos. Me obsesiona la gasolina: encuentro una gasolinera pero ya está cerrada y aunque la moto es un auténtico mechero, con tanta vuelta en marchas más cortas consume lógicamente más y por aquí en muchos kilómetros no he visto ni una…pero dónde coño reposta esta gente?

Comienza a chispear, pero brevemente. Cuando ves un núcleo de al menos 10-15 casas el ánimo te aumenta y te parece que llegas a una gran urbe, viniendo de carreteras totalmente a oscuras. Finalmente, en lo que parece ser una tasca aislada con varias personas fuera a la fresca, decido parar para preguntar. Son varios hombres maduros, que al verme llegar miran con curiosidad:

Salut! Pour accéder à Domme?

No entienden nada debido a mi penoso acento. Vuelvo a insistir haciendo énfasis en DOMME, el nombre de la localidad. De repente a uno de ellos se le ilumina la cara y me dice:

Doma? Ici vous allez mal parce que la route est très mauvaise; Il se retourne et prendre la bretelle de sortie sur la droite. Pour y arriver, vous êtes à environ 40-45 km.

Perfecto, menos mal que se me ocurrió preguntar. A partir de aquí, si bien tuve que dar aún muchas más vueltas de las que creía, efectivamente empecé a ver carteles indicativos de que iba por el buen camino. Al final, lo más sencillo es lo que toda mi vida he hecho: preguntar a la gente del lugar, sencillo y eficaz además de permitirte entablar conversación.

LLEGADA A DOMME

Casi como una agonía, y realmente muy cansado tras una jornada entera en la carretera, llego a Domme.

Como es de noche no puedo apreciar bien el pueblo, pero ya se ve a simple vista que es muy bonito. Como antes vi que el teléfono quedaba definitivamente muerto, al menos memoricé el nombre del hostal: Les 4 Vents.

Entro por un arco medieval que forma parte del muro que rodea al pueblo (por un lado, por el otro hay un precipicio) y animado por mi reciente locuacidad paro ante el primer y único tipo que veo, un hombre de mediana edad sentado plácidamente a las puerta de su casa. Le pregunto por el hostal y desde el minuto cero me percato de que este hombre está como una cuba. Le cuesta entenderme pero es que él apenas puede balbucear. Sale su pareja de la casa pero de poco sirve, pues las indicaciones que me facilitan en una libreta son erróneas; eso sí, me valen para ver por dentro la empedrada población y el gran ambiente que hay en las diferentes terrazas.

Me fijo en que todos los alojamientos están bien indicados por lo que decido probar suerte y salir extramuros para ver si suena la flauta y aparece el mío…bingo! Está a un par de kilómetros, a las afueras. Sigo las indicaciones y enseguida llego al lugar, a pie de la oscura carretera. No se si por mi torpeza o debido al cansancio, paro la moto antes de subir la cuesta de acceso al recinto, que es de grava. A lo mejor la pata se ha hundido en la misma, que no es nada firme; no lo se, el hecho es que de la forma más tonta la moto se me cae en parado. Casi sin pensar, la levanto por el lateral… gracias Miquel Silvestre por tus tutoriales sobre cómo levantar tu moto!!

Apesta a gasolina y tengo miedo de que sea grave. Por fin subo y la aparco, parece que casi no hay nadie alojado ya que hay un solo coche. Miro apresuradamente y lo único que hay son rayazos, nada serio. Menos mal. Observo alrededor y el sitio tiene encanto, es espacioso y tranquilo. Busco a alguien pero allí no aparece nadie, únicamente hay dos chicos ingleses sentados plácidamente en la terraza, ya van por la tercera botella de vino.

El hostal, de día

El hostal, de día

Esto es de coña, en este país como llegues a los sitios más tarde de las 19 h. ya te puedes ir buscando la vida…Como estoy sin móvil me acerco a los dos chicos y les explico mi problema, por si me dejaran llamar desde su teléfono. Muy borrachos (pero qué le pasa a la gente de esta región con el vino?) pero muy amables, me explican que son de Londres y que están de viaje por el sur de Francia. Me acompañan hasta la puerta de la recepción, en donde hay un par de números de teléfono anotados para llamar en caso de que no haya nadie. Uno de ellos llama insistentemente pero no lo coge nadie.

Únicamente me queda la opción de coger moto de nuevo, regresar al pueblo y buscar alojamiento en el primer sitio que vea; son casi las 12 y estoy reventado…Meto de nuevo la llave en el contacto cuando me percato que justo enfrente de mí, ni hecho aposta, la puerta de una habitación tiene la llave colgada por fuera. Me acerco y llamo, por si está ocupada. Nadie responde, por lo que abro y enciendo la luz…un enorme cuarto aparece ante mi, vacío y con todo limpio y preparado. ¿La dejarían así los propietarios al ver que no llegaba? Podían haber llamado no? Lo cierto es que me da igual, la suerte me sonríe y hay que aprovecharla, por lo que con una sonrisa de oreja a oreja, deshago petate y me meto en la habitación para dormir a pierna suelta…mañana será otro día.

En el próximo post: A París en moto (V): Domme – Orléans – París

Comparte.

Deja tu Comentario

wp-puzzle.com logo