Bastante más conocidos en su país que por estos lares (no en vano fueron nombrados embajadores del mundo de la moto en el festival de Glemseck 101 de 2014), nos volvemos a encontrar a este trío calavera no tan calavera que hacen de la moto no ya su trabajo, sino su forma de entender la vida: Chris, Marko y Martin crean en su taller motos scrambler y cafe racer personalizadas, únicas.
Disponen también de un florido merchandising que no tiene desperdicio, en el que más allá de las (bonitas, la verdad) camisetas y demás accesorios, llaman la atención los originales artilugios decorativos: lámparas de mesa, colgadores…lástima que el precio sea en algunos casos prohibitivo.
En la parte cinematográfica -¡cómo cuidan todos los preparadores este aspecto, con unas producciones de calidad superior!-, puedes disfrutar en su página web (motor-circus.com) de varios cortos realmente entretenidos. Como en otros casos, eligen una temática y sobre esta desarrollan «proyectos» (como por ejemplo Mission Manx, siguiendo las huellas del piloto alemán Georg Meier quien ganó en 1939 el TT de la Isla de Man con su BMW de motor bóxer) en los que filman el proceso y crean posteriormente iconos para la marca que luego son vendidos y ojeados como ideario del taller y sus artistas.
Pero lo que más llama la atención es su inquietud filantrópica: en el 2009 crean, junto a unos amigos, la ONG y sin ánimo de lucro ÄRZTE HELFEN e. V., que tiene como objetivo mejorar la atención médica en las zonas más desfavorecidas de Gambia. Por el momento, para el último proyecto ya han recaudado 10,000 euros, para financiar un hospital. ¿El modus operandi? Hacerse visibles para donantes y patrocinios a través de un viaje por la costa, desde Gibraltar hasta la zona objeto de ayuda.
Creo que a partir de ahora los voy a seguir de cerca…
Fuente: motor-circus berlin
