La cuestión no es que uno viva de fabricar -personalizar – reparar motos, la cuestión es que estos tipos australianos viven de esto y además han sido capaces de generar una marca propia que transmite un frescor alucinante. Han sido capaces de traspasar el nicho de la moto propiamente dicha para conseguir identificarse como generadores de tendencia y sobre todo de un australian way of life, que se diversifica en una especie de renacimiento hippie grunge (aunque no os engañe, el merchandising para conseguir esto es buenísimo, dejando al margen que la materia prima de por sí ya es genial) que se traslada a las Bellas Artes, léase: propio sello musical, fabricación de tablas de surf, cafeterías, las ya mencionadas motos, bicicletas, películas documentales, tiendas, talleres formativos…son la leche.
Así, no es de extrañar que como una gran red poco a poco hayan abierto en diferentes lugares del globo además de Sidney: Bali, USA, en Italia -Milán, Venecia-, Tokio, etc., siendo desde hace ya unos años una de las referencias mundiales tanto en el diseño de motos como en transmitir un estilo (estético) de vida.
Aquí os dejo una pequeña muestra de lo que esta gente es capaz de hacer, y lo más triste y envidioso para mí es que son jo.. buenos! Yo, cuando sea mayor, quiero trabajar con ellos…
Fuente: Deus Ex Machina
Imágenes: Deus Ex Machina
